A lo largo de los 3 años que llevo asesorando, coordinando y evaluando empresas, he podido concluir que más de la mitad de los problemas en las “MiPymes” se deben y solucionan con el “Factor Planificación”.
En el caso “MiPymes”, puede ser un poco más complejo el “Factor Planificación”, porque el emprendedor y/o empresario tiene muchos proyectos o ideas de negocios en la cabeza. Cada uno tiene una infinidad de variables y tiempos. Si no se tiene una estructura para ver e interpretar dichas variables, no se podrán ejecutar y mucho menos medir. El proyecto (si es que logra concretarse) carecerá de objetivos y rendimientos. Eso llevará a que se estanque o directamente sea un número mas en la estadística de mortalidad empresarial al no superar los 2 años de vida.
Una forma sencilla de estructurar un proyecto es englobar todo en 3 variables:
Estas variables se pueden graficar en lo que me gusta llamar la “Pirámide de Consecución”
- Proyecto definido. ¿Qué voy a hacer? Por ejemplo, he definido que voy a abrir una tienda de abarrotes.
- Entender y determinar qué actividades y factores generen el bien o servicio a comercializar (producción). Determinar las actividades que supervisen, coordinen y permitan tomar decisiones (operación). Con esas 2 variables se van a poder definir actividades y procesos. En el caso de la tienda de abarrotes, serían definir los proveedores, manejar inventarios, actividades de venta, pago de servicios, distribución de las instalaciones.
- Por otra parte, está la variable del recurso, la cual básicamente responde las preguntas de ¿cómo se va a pagar por las actividades de operación y producción?, ¿de dónde saldrá ese recurso?, ¿en cuánto tiempo se regresará? y ¿cómo se va a distribuir? Básicamente: ¿Cuánto dinero necesito para abrir la tienda de abarrotes?
Aterrizando las variables en ese orden, es más fácil tener un panorama sobre qué objetivos y acciones a corto, mediano y largo plazo se necesitan tomar para iniciar el proyecto. Posteriormente se realizarán evaluaciones para determinar demanda, viabilidad y tecnicismos.
Como dijo Pitágoras de Samos “El principio es la mitad del todo”. Esta es una buena forma de tener un principio.
Por: Erick Rodríguez Solis, Coordinador de Consultores Fundación ProEmpleo León.